Lóbulo Parietal
Lóbulo parietal: características y funciones
El lóbulo parietal, situado bajo el hueso craneal que le da nombre y entre el lóbulo frontal y el occipital, es una de las estructuras cerebrales más importantes tanto por su tamaño por los procesos en los que participa.
De hecho, resulta tan crucial a la hora de realizar con éxito varios procesos mentales que es prácticamente imposible hablar sobre esta parte del cerebro como si fuese una pieza “simple” de nuestro sistema nervioso o una estructura que realiza una única función característica.
¿Qué es el lóbulo parietal?
Esta parte del cerebro es una zona de la corteza cerebral que queda ubicada justo por detrás del lóbulo frontal: ambos lóbulos quedan separados por el llamado surco central. Sin embargo, el lóbulo parietal trabaja conjuntamente con ese y el resto de lóbulos del cerebro, ya que incluye una gran área de asociación, que puede ser vista como una central en la que muchos tipos de información se mezcla para generar una unidad.
Aunque el lóbulo parietal se especializa más en ciertas funciones cerebrales que en otras, una de sus características principales es que integra datos provenientes de distintas fuentes. Por ejemplo, mezcla datos relacionados con lo que se ve y aquellos que nos hablan de lo que se escucha, y hace que aparezca una experiencia perceptiva completa.
Así pues, si ha de escogerse una única palabra para definir cuál es la función del lóbulo parietal, esta debería ser “integración”, un concepto que remite a las funciones de muchas otras partes del cerebro.
Funciones de esta zona del cerebro
Son muchas y muy variadas las funciones que llevan a cabo las redes de neuronas del lóbulo parietal, pero de modo resumido se puede decir que juega un papel importante especialmente en tres clases de procesos: la integración y el procesamiento de la información sensorial proveniente de diferentes "canales", el procesamiento de la información simbólica (en la que se incluyen los procesos relacionados con el lenguaje y su utilización) y el procesamiento de la información numérica, algo básico para poder contar y realizar operaciones matemáticas.
1. Integración sensorial
En el lóbulo parietal queda incluida una de las mayores áreas de asociación del cerebro, lo cual significa que la información proveniente de todas las áreas del cuerpo se combinan en esta zona para dar como resultado una información que es más que la suma de sus partes. Por lo tanto, la creación de conceptos abstractos se da en parte gracias al lóbulo parietal, gracias al cual somos capaces de generar, por ejemplo, la idea de lo que es un perro, con su movimiento, su tacto y su olor asociados.
Pero en el lóbulo parietal no solo se dan cita los datos acerca del mundo que nos rodea y de lo que habita en él, sino también la información acerca de cómo nos relacionamos nosotros con ese mundo en tiempo real. Por ejemplo, es en el lóbulo parietal donde se unen los datos provenientes de los músculos del cuerpo, gracias a los cuales nos hacemos una idea sobre la posición física y la postura en las que nos encontramos. Lo mismo ocurre con el tacto. En definitiva, el lóbulo parietal se encarga del procesamiento somestésico, es decir, la capacidad sensorial de reconocer las sensaciones corporales.
Del mismo modo, el lóbulo parietal trabaja junto al lóbulo frontal para ofrecer un feedback acerca de cómo van los movimientos voluntarios que estamos realizando, para poder corregirlos inmediatamente en el caso de que se detecten imprevistos.
Como curiosidad, en esta función se incluye la grafestesia, que es la capacidad de reconocer letras y palabras cuando un elemento toca la piel haciendo el recorrido de la forma de estas.
2. Procesamiento de la información simbólico-analítica
Otra de las grandes funciones del lóbulo parietal es trabajar con símbolos y con la aritmética. La función matemática se lleva a cabo junto con la anterior, ya que es a partir del análisis de lo que se percibe sensorialmente como se puede imaginar una secuencia de unidades con las que trabajar matemáticamente.
Al ser el lóbulo parietal un lugar en el que se mezclan muchos procesos mentales, hace posible el pensamiento abstracto necesario para pensar en símbolos.
En este sentido, la ubicación del lóbulo parietal resulta muy relevante en este sentido, dado que está en una posición central en la que puede recibir aferencias de todas las partes del sistema nervioso central. Esto le permite integrar información proveniente de lugares muy variados, participando así en la aparición de la experiencia global que aparece en nuestra consciencia.
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